• La garrapata es un parásito externo que se alimenta de sangre, es muy frecuente en toda Europa y puede ser portador de distintas enfermedades. Cuando la garrapata parasita a un animal, se ancla a su piel mediante su aparato bucal y succiona la sangre. Cuando lo hace de un animal infectado, succiona también el agente causante de esa enfermedad que transmitirá al próximo animal o ser humano que parasite.
Las garrapatas transmiten varias enfermedades graves, destacando la babesiosis, la ehrlichiosis monocítica y la hepatozoonosis. Algunas de estas enfermedades puede transmitirlas cualquier tipo de garrapata, mientras que otras solo pueden hacerlo por una especie concreta.
Debido a ello, en función del tipo de garrapatas que exista en una localización geográfica concreta, existirán o no las diferentes enfermedades transmitidas por ellas.