Muchas personas consideran que realizar por su propia cuenta el control de roedores o insectos es una tarea más fácil y económica que contratar un profesional en el control de plagas. La experiencia nos dice que esas prácticas, a la larga, generan mayores costes económicos, además de suponer una pérdida de tiempo y un peligro de su salud, al usar productos no autorizados o con dosis incorrecta.

Además, hay que mencionar que las plagas son capaces de reproducirse a gran velocidad, por lo que cuanto más tiempo tardemos en llevar a cabo una solución eficaz, mayor será el problema y mayores los costes para su solución definitiva.

Ahorre tiempo y dinero, confíe en DISTMAR y sus técnicos cualificados, resolveremos sus problemas de manera rápida y eficaz.

Un servicio esporádico puede solucionar un problema puntual de plagas. Pero el factor más importante para evitar su reincidencia es la prevención. Para ello es necesario mantener una periodicidad en los tratamientos, ya que los biocidas tienen una acción residual limitada.

DISTMAR le ofrecerá un plan de servicios eficaz, con una frecuencia adecuada en función del tiempo de acción de los productos y sin interés de que usted contrate servicios de más.

En general, los biocidas de uso doméstico son formulados con una dosificación de activos mucho menor a la que poseen los productos profesionales, con el objetivo de proteger la salud de las personas frente a posibles intoxicaciones. Por otra parte, considere el peligro de manipular y aplicar un producto profesional sin conocimiento.

En DISTMAR los técnicos encargados del tratamiento de plagas tienen una formación continua que les permite utilizar productos profesionales con seguridad y eficacia.

Un tratamiento preventivo en su hogar o empresa logrará mantener una condiciones ideales del lugar y controlar las plagas que ingresen evitando su reproducción.  En DISTMAR nos encargaremos de realizar un programa preventivo para su hogar o empresa, así estarán siempre protegidos y podrá brindar salud y bienestar sus clientes y familiares.

• Medidas preventivas: Limpieza, higiene y saneamiento. La primera medida y más eficaz es la de eliminar y evitar la creación de lugares que actúen como focos para el desarrollo de plagas.
• Métodos pasivos: Barreras físicas que mantengan las áreas o instalaciones poco accesibles para la plaga y dificulten lo más posible el refugio y alimentación de la misma (tapar grietas y agujeros, colocar tela mosquitera en ventanas, etc.).
• Métodos activos:
• Métodos físicos y mecánicos: son medidas (temperatura alta, luz ultravioleta, sonido, etc.) que se aplican para destruir la plaga.
• Métodos químicos: contemplan la utilización de las sustancias químicas conocidas como biocidas para el control de plagas.
• Métodos biológicos o ecológicos: contemplan la utilización de los enemigos naturales de la plaga (parásitos, depredadores u organismos que producen enfermedades).

Como norma general, si es necesario un control de una plaga, se optará por métodos físicos, mecánicos, biológicos o ecológicos y solamente cuando sea estrictamente necesario se aplicarán productos biocidas.

Son sustancias activas y preparados que contengan una o más sustancias activas, presentados en la forma en que son suministrados al usuario, destinados a destruir, contrarrestar, neutralizar, impedir la acción o ejercer un control de otro tipo sobre cualquier organismo nocivo por medios químicos o biológicos.

Según la normativa actual se distinguen diferentes tipos de Productos entre los que se incluyen los desinfectantes utilizados en los ámbitos de la vida privada y de la salud pública, los insecticidas, acaricidas, rodenticidas, repelentes, conservantes, etc.

Los productos biocidas a utilizar deben estar inscritos en el Registro Oficial de Biocidas (ROB) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

Los tratamientos biocidas a terceros deben ser realizados por empresas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB).

El personal de DISTMAR, que se dedica a estas tareas, dispone de una determinada cualificación y titulación según se trate del responsable técnico de los tratamientos o bien de los aplicadores de los mismos.

Esto dependerá del tipo de tratamiento, de la plaga a combatir y del tipo de biocida a emplear. En el caso de que el biocida empleado requiera un plazo de seguridad, entonces si es obligatorio el abandono del hogar durante el tratamiento y por el tiempo que imponga el plazo de seguridad establecido para ese producto.

Por la toma de contacto y primera visita de inspección no, siempre y cuando no se requieran de elaboración de protocolos u otro tipo de documentación, así como el uso de herramientas, equipos o productos para su elaboración.

Todos los productos biocidas presentan un mínimo de peligrosidad, dependiendo de la forma de uso y su grado de toxicidad. Por ello, los técnicos y aplicadores de DISTMAR están registrados en el Registro Oficial de Biocidas y constan de ficha de datos de seguridad y ficha técnica.

Como una actuación puntual de control, pueden ser útiles. Aunque lo mejor es establecer un protocolo de diagnosis adecuado al problema, seguido de una actuación o tratamiento adecuado y una posterior evaluación y seguimiento periódico de ese tratamiento.

Son aptos para su uso ambiental, viviendas e industria alimentaria y una de las características principales de estos productos, son evitar dejar restos de producto o manchas que deterioren las superficies tratadas.

Establecer un estudio previo de las condiciones que en él se dan mediante un protocolo de diagnosis, y en base a los resultados obtenidos, se establecerá el método de control más adecuado y su mejor forma de desarrollarlo adaptándonos a la demanda de nuestro cliente.

Lo más efectivo para prevenir las plagas es mantener un buen grado de limpieza evitando dejar restos que puedan servir de alimento y corregir las deficiencias estructurales (grietas, agujeros, etc.) que puedan permitir la entrada y/o anidamiento de los insectos y/o roedores.